Artículo de Billboard (19/08)

TAYLOR SE VUELVE POP, Y ESO ES ALGO BUENO

CON SHAKE IT OFF LA SUPERESTRELLA MÁS SEGURA DE LA MÚSICA SE LANZA A LO DESCONOCIDO... Y HACE EL MEJOR ATERRIZAJE.

Lo confieso: me encanta el lado country de Taylor Swift. Es una increíble compositora que ha construído un imperio de historias evocativas y arreglos pulidos de guitarra. Así que cuando escuché por primera vez su nuevo sencillo, Shake It Off, no sabía qué hacer.

Swift ya había hecho pop antes, trabajando con los productores de Shake It Off, Max Martin y Shellback, en varias canciones de su álbum anterior, Red. Pero éste ha sido completamente directamente. Ha quedado atrás su pretensión de tener influencias country, los toques de guitarra tan estimulantes de 22 han sido intercambiados por un constante riff [parte que se repite continuadamente] de saxofón, los detalles de la conversación en We Are Never Ever Getting Back Together se han cambiado por mantras [palabras con poder psicológico] universales que podrían pertenecer a cualquiera. La primera escucha fue desconcertante, y cuando terminó, volví en el tiempo atrás al lanzamiento de Mine, el perfectamente elaborado primer sencillo de su álbum de 2010 Speak Now. ¿Pasó aquella historia hace cuatro años (y dos álbumes)? ¿Se ha sustituido a la Taylor Swift de por entonces por otra artista cuyos rasgos únicos se han redondeado?

Pero luego escuché otra vez Shake It Off, y empecé a notar el diseño impecable - la forma en que ella conecta sus versos con "mm-mm", los aplausos que hace cuando está a punto de dejar caer el "ritmo enfermizo" ["sick beat"] en el puente, cómo van bajando las notas en el estribillo ("Players gonna play, play, play, play, play") que hacen que sus declaraciones sobre el mundo suenen de lo más inevitables. Una vez más, Swift ya había hecho esto antes: 22, We Are Never Ever Getting Back Together y I Knew You Were Trouble fueron momentos clave en Red, uno de los álbumes más convencionales de la década. Pero ella nunca había enganchado tan eficientemente ni presentado sus melodías de una manera tan eufórica.

De hecho, Shake It Off no es el sonido de Swift que pierde las características que más la definen o que la hacen una artista del pop genérica. Taylor sigue siendo Taylor, el tipo de compositor en que cualquier músico se querría convertir, pero ella ahora está mudando su piel dañada como una serpiente para cambiar a la forma de un narrador más despreocupado y confidente. A la soledad que se denota en los versos "Don't you think I was too young to be messed with? / The girl in the dress cried the whole way home", de su impresionante balada de 2010 Dear John, ahora se le hace caso omiso. Swift ahora es mayor, ha vivido más mundo, y se ha vuelto menos propensa a derrumbarse cuando se le hiera.

"I go on to many dates! But I can't make them stay" canta con júbico en uno de los primeros versos de Shake It Off, como si no le importara lo más mínimo cómo se interprete eso en relación a su bien sabida historia con los chicos, porque, como ella bien dice, los que la odian la van a odiar de todas formas. En Shake It Off y su correspondiente videoclip, Swift demuestra una falta total de vulnerabilidad - ¡especulad sobre su vida amorosa! ¡Míradla liarla en sus bailes! ¡Y mirad cuánto le importa! - y ha escogido la música pop como medio para hacer su eslogan lo más claro posible. Los que odian, de hecho, pueden seguir odiando. Mientras tanto, Swift nos seguirá ofreciendo estribillos que se cantarán en todas las fiestas universitarias hasta que llegue el otoño.

Todo el mundo odia el cambio, sobre todo cuando uno se siente tan seguro con la forma tradicional de hacer las cosas. Sin embargo, ¿por qué iba a querer alguien que los artistas famosos del mundo hicieran lo mismo una y otra vez? Las mejores mentes musicales cambian y evolucionan, yendo más allá de la fórmula habitual para tratar de romper otro código. Kanye West hizo eso el año pasado, dejando momentáneamente la calidez de su hip-hop para crear un rock más fuerte. Gwen Stefani dejó su banda No Doubt para hacer un álbum pop en solitario - ¡imaginad si eso hubiera pasado en la era de Twitter! Swift ha hecho más o menos un cambio radical en Red, moviéndose en una gama más diversa entre bubblegum, folk y rock arena, tras perfeccionar su country-pop en Speak Now. Podría haberse mantenido en esa línea de géneros en 1989, ¿pero no es esto - un completo espectáculo pop, tal cual Swift anunció - más emocionante? Podría ser genial o podría ser terrible, pero el primer proyecto post-Red de Swift sería una incursión atrevida a lo desconocido, más que un éxito predecible que la llevara a una montaña de logros.

Puede que Taylor Swift no sea una artista pop para siempre, ni siquiera por mucho; quizá dentro de un tiempo durante su carrera vuelva al country con los brazos abiertos. Tampoco me extrañaría que hiciera alguna vez un álbum acústico. Pero aquí es donde se encuentra ahora - sosteniendo radiocasetes gigantes en videoclips llamativos, concordando con Max Martin en el estudio, y quitándose de encima a los que piensan que no puede hacer un pop espectacular. Puede, y lo hará. Y nosotros solo tendremos que acostumbrarnos a él.


Fuente: Billboard


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