Taylor Swift: folklore, evermore y el proceso de composición
Z: Estamos con Taylor Swift, la Compositora de Año para Apple Music de este 2020. Enhorabuena, y gracias por regalarnos, no uno, sino dos álbumes increíbles este año. Los dos son pura imaginación y escapismo y romance y desengaños amorosos… Y en general, lo que eres tú como compositora, algo que ya sabíamos, pero esta vez ha sido una clase magistral. Así que gracias por aparecer, dos veces este año, Taylor.
T: ¡Gracias por tus palabras! Sí, la verdad es que ha sido genial. Lanzamos evermore solo… ayer, y ahora mismo estoy justo en el punto de agotamiento pero alivio a la vez, superorgullosa también, claro.
Z: Eso justo te iba a preguntar, que qué sientes ahora. Porque, bueno, ya sabes, ya has pasado por aquí varias veces, por la primera mañana en que te despiertas después de haber lanzado un disco por fin. Creo que, nosotros como fans, sabemos del esfuerzo y la energía que pones, ya no solo en escribir todas las canciones, sino también en preparar los lanzamientos y en asegurarte de involucrarnos a nosotros en ello tanto como sea posible. Así que, cuando todo ese proceso ya termina, al menos por ahora, ¿cómo te sientes la mañana de después? ¿Has descansado bien? ¿Cómo te sientes?
T: La verdad es que hoy me siento de otra forma a como me sentí el día siguiente al lanzamiento de folklore, porque, incluso después de haberlo lanzado, Aaron y yo seguíamos dándole vueltas a ciertas ideas que teníamos por ahí, y ya sabíamos que íbamos a seguir componiendo. No sabía aún si sería para otro disco mío, o si… Bueno, Aaron y Justin Vernon están haciendo un proyecto chulísimo juntos, que se llama Big Red Machine, y simplemente seguimos escribiendo, aun sin saber seguro si quizá acabaría ahí. Pero al final resultó que todo eso que compusimos sonaba más a como una continuación de folklore. Así que, cuando publicamos folklore, recuerdo que me sentí también muy orgullosa y contenta, pero aún un poco con el pie en el acelerador, pensando: “¡Tenemos que seguir con esto! ¡No ha acabado aquí!”, y todos mis colaboradores pensaban lo mismo, así que continuamos trabajando. Y con este, tengo una sensación como de conclusión y calma, como una serenidad rara tipo: “Oye, hemos hecho lo que teníamos planeado, y no podemos estar más orgullosos”, y es una sensación estupenda.
Z: La verdad es que no me sorprende, porque siento que las historias del álbum son también, en cierto grado, como una conclusión de cómo empezó folklore. Yo noto cierto cierre en este disco, y de hecho quería sumergirme en ciertas cosas al respecto. Y siento también que ahora mismo tienes el futuro muy abierto. Pero antes de nada, quería hacer referencia a las long pond sessions, porque en ellas Jack Antonoff decía algo que me llamó mucho la atención, que fue: “Nunca antes había hecho un disco así, y no sé si volverá a ocurrir.”
T: Exacto.
Z: En tu cabeza y en tu corazón, sabías que ibas a seguir haciéndolo y que aún tendría que venir más música así, pero, asumiendo que Jack decía la verdad, él sabía seguro si iba a haber un evermore o si habría otra oportunidad de que trabajarais así de nuevo. ¿Hubo algo de nostalgia al acabar folklore?
T: Pues la verdad es que no. Yo solo estaba superfeliz por que mi sentido creativo se hubiera abierto al máximo. Aunque sí que hubo un momento en que yo, como compositora que solo escribía el mismo tipo de canciones, en que sentí que sería insostenible para que pudiera progresar en mi futuro. Era como si tuviera un microscopio…, como si pensara: "¿Pero por qué solo escribes sobre tu vida y nada más?" Aunque, en mis días de bajón, me sentía como si estuviera cargando con un cañón de clickbait de lo que no quería en mi vida. Y creo que, cuando lancé folklore, pensé: “Igual realmente sí soy capaz de hacer esto, de inventarme personajes, en esta ciudad americana mitológica o, da igual, donde sea que me los imaginara, y poder reflejar mis propias emociones en ellos para saber lo que podrían estar sintiendo en esa situación. A lo mejor sí puedo crear esos personajes y escenarios y todo eso, sin tener que ser todo tan personal". Porque, antes, cuando publicaba algún álbum, estaba dando carne fresca a la prensa…
Z: Sí, lo sé… Ya sabías que te iban a juzgar con cada disco.
T: Sí, es como si constantemente te examinaras a ti mismo… Y yo he llegado a pensar que llegaría un momento en que ya no podría hacerlo más y seguir manteniendo la salud mental y emocional. Así que, cuando publiqué folklore, mi reacción fue algo como: “¡Vaya! La gente está entiendo el rollo; a mí me viene bien porque no es mi vida directamente y también me viene bien para mi creatividad.”
Z: ¡Hay solución!
T: ¡Sí! Fue un momento importante de ilusión y felicidad, y escribir estas canciones fue como un dispositivo de flotación para mí, porque… Bueno, es obvio que este año está siendo un infierno, para todos, y ver por lo que tus amigos están pasando… Y, de hecho, las long pond studio sessions fue la primera vez en que Aaron, Jack y yo nos juntamos los tres en la misma habitación. Y yo ni siquiera he estado con Justin Vernon en la misma habitación, quien ha colaborado ya conmigo en dos discos y hemos hablado un montón y tal, pero, aún así, no nos hemos reunido en persona aún; es superraro.
Z: Cierto. Oye, ¿y cómo fue la experiencia cuando os pusisteis al día y os visteis, después de haber hecho este magnífico trabajo? Porque vimos en cámara que había un cierto vértigo y que estabais en plan: “¡Lo conseguimos, chicos! Tenemos que celebrarlo de alguna forma.” Pero, ¿qué fue lo que pasó realmente, detrás de cámaras? Creo que todos tenemos curiosidad por saberlo, qué pasó justo ahí, cuando os visteis antes de que las cámaras aparecieran. Porque creo que sería algo muy auténtico, y no creo que ni tú ni nadie hubieran pasado por ahí antes, en que las circunstancias obligaban a grabar a distancia y que al veros en persona de verdad, no supierais muy bien cómo reaccionar.
T: La verdad es que fue una situación un poco extraña, porque habíamos estado hablando por grupos de chats, pero en realidad no se había dado la combinación de los tres aún. Cuando nos juntamos los tres de verdad… Yo me acuerdo de que, cuando estaba llegando al estudio, ellos dos ya estaban allí ensayando. Entré, y para mí fue como si fueran un grupo; yo no vi ningún momento incómodo entre ellos, de verse por primera vez ni nada, porque ya estaban allí cuando llegué, y recuerdo que les escuché tocando august, creo, y me senté en algún sitio y pensé: “Jolín, esto es justo lo que hubiera querido que pasara. Yo quería que hubiera habido justo esta reunión, o unión, en la que estuviéramos los tres juntos, ensayando y tocando.” Así que lo único que hice fue sentarme y empezar a ensayar yo también; fue casi un instinto. No podría haber pedido más, dadas las circunstancias que teníamos, y moló mucho grabar con nosotros en la misma habitación y sintiendo esas energías recíprocas. Pero claro, no todo el mundo puede hacer algo así.
Z: Es verdad, no todo el mundo es capaz. No todo el mundo tiene ese tacto y esa química para meterse en una habitación con alguien, a los que, en cierta medida, tú y yo sí estamos más acostumbrados. Has hablado de ello y lo has hecho perfectamente. Pero creo que este año también nos ha enseñado mucho sobre el silencio, y sobre lo importante que es estar solos y en silencio y cómodos con nosotros mismos a veces, y creo que los seres humanos buscamos, instintivamente, mecanismos y distracciones para evitarlo. Y en tu caso, creo que has ido por delante, y que, incluso aunque te tomes algún tiempo entre proyecto y proyecto, siempre estás trabajando en algo, siempre. ¿Qué es lo que este proceso de creación de folklore y evermore, aparte de haber sido un año superproductivo, te ha enseñado acerca de la soledad? ¿Ha cambiado eso, de alguna forma, tu ritmo de trabajo o lo que te motiva?
T: La verdad es que sí, ha cambiado totalmente la forma en que hago lo que hago. Me ha hecho pensar de otra manera con según qué cosas… Por ejemplo, me desilusionó mucho tener que cancelar todos mis conciertos y saber que no iba a poder conectar con mis fans de la forma en que estoy acostumbrada…, era solo una interacción humana natural que ya no iba a poder hacer más.
Z: Y más después de sacar un disco como Lover, que hubiera sido una experiencia tan chula entre todos. Vaya, me lo imagino y hasta yo mismo pienso que me gustaría hacerlo realidad.
T: Sí, bueno, creo que todos lo pensamos un poco, y los fans… Nos paramos a pensarlo y nos quedamos en plan: “Jolín, habría molado mucho”. Pero lo que hice fue… A ver, es que cuando planeas un concierto en directo, o al menos cuando lo hago yo, voy como moviéndome entre la música, tipo: “Esta parte la quitamos, esta la dejamos, aquí los distraemos un rato, y esta canción va aquí, y luego esta aquí”, y todo eso es crear también, y no creo que yo le dé tanta importancia al hecho de que con eso también estoy creando cosas, teniendo en cuenta que ya has hecho el disco, pero en realidad también estás ideando coreografías, y en general, preparando todo un espectáculo en directo que además engloba tanta emoción, creatividad e imaginación. Así que, si quitas todo eso, ¿qué pasa, realmente? Supongo que he aprendido que realmente puedo escribir más música usando esa creatividad, con la que los músicos estamos acostumbrados a irnos de gira y de ensayos y eso en cuanto se publica el disco. Y en algún momento nos damos cuenta de que, en realidad, necesitamos un gran descanso, o por lo menos descansito, en el que podamos descansar de todo eso de verdad. Y supongo que he aprendido que, mientras estamos de gira, no se trata solo de ir sudando a todas partes, de hablar con un millón de personas, de dar sorpresas al público con los invitados o de dejarnos la energía moviéndonos de un lado para otro, sino también de toda la creación que hay detrás de los conciertos en sí, que te ocupa toda la mente. Así que, sin todo eso, lo otro sale solo.
Z: ¿Crees que hubo algo ahí? ¿Crees que, echando la vista atrás, existe alguna correlación entre que haya sido difícil de controlar ciertas partes de tu vida y el ritmo en que te has tomado las cosas y en cómo los trabajos a veces se vuelven entes por sí mismos?
T: Sí y no. Pienso que durante toda mi carrera ha habido muchas fases musicales distintas, y en cada una, vestía de una forma diferente en un momento diferente, pero eran lo que quería hacer en esa época de mi vida. Así que considero que uno tiene que permitirse el placer de adaptarse a un cierto estilo de vida, o a ciertos modelos de ropa, o a un cierto mantra creativo, y luego descartarlo sin problema cuando no te apetece. Aunque esta vez sí que ha sido un tanto extraño, porque con evermore, ha sido la primera vez en que no descarté todo lo anterior para hacer algo nuevo. Y fue raro, porque tuve que enfrentarme un poco a la ansiedad y al miedo que tenía por pensar todo el tiempo que debía hacer cambios todo el tiempo, como demonios en mi mente que me lo iban diciendo… Todo el rato, tenía en mi cabeza: “Te toca salir del bosque ya, tienes que salir…”, y por primera vez, me dije: “Pues no, ahora quiero quedarme en él un poco más.”
Z: Pero el bosque es un lugar extraño, porque, de niño, y creo que esto, estéticamente, es algo superimportante para comprender esta experiencia tan intensa… Creo que la idea de adentrarte en lo desconocido y que, cuando eres un niño, esa cosa de entrar en el mar por primera vez y tener miedo por no saber lo que hay debajo de tus pies, es como la de estar parado en el bosque y mirar de frente a los árboles para meterte entre ellos. Creo que es algo muy íntimo, y tú has mantenido esa intimidad, queriendo hacerlo. ¿Cómo se relaciona eso con la música? Porque una de las cosas más relevantes de estos dos discos son la estética que tienen.
T: Creo que, al trabajar con Aaron… A ver, el componía las bases instrumentales, y yo las melodías y letras… Y creo que lo que pasó al final fue que acabamos tirando por lo que a los dos, a la vez, nos hacía sentir cómodos, que es la naturaleza. Durante la pandemia, un montón de gente está saliendo por ahí a hacer excursiones o a que le diera el aire en el campo, porque, de la noche a la mañana, la naturaleza se volvió el mayor símbolo de bienestar y tranquilidad, donde todo el mundo se liberaba por un segundo de las responsabilidades, así que todo el mundo queríamos salir fuera durante un rato, o irnos de campin o a dar un paseo… Creo que tanto la música de Aaron como la mía refleja esa sensación. Aaron es un músico maravilloso, y sus bases recuerdan a paisajes oníricos. A ver, tampoco es que la temática de todo el álbum sea tipo el bosque y los árboles y demás; es como que tiene pinceladas de eso, y las letras también tienen mucho que ver… Por ejemplo, una cosa que quería conseguir con folklore es que representara a la primavera y al verano, y evermore sabía que quería que recordaba y reflejara al otoño y al invierno. Así que eso es otro elemento en que se nota la naturaleza. Aunque también he de decir que era el escenario más sencillo que podíamos utilizar para hacer un reportaje fotográfico. O sea, a mí nadie me cortó el pelo… Bueno, sí, me lo corté yo misma, y me lo he estado cortando yo desde que empezó la cuarentena. Y bueno, así es como hemos hecho las cosas; yo me pregunté: “¿Cómo puedo hacer arte y visuales, sin tener que pedir a mi peluquero, ni a mi maquillador, ni a mi estilista, que se alejen de sus familias para venirse conmigo dos semanas? No puedo hacer eso… Ni pedirles que cojan un vuelo o que se expongan al virus. ¿Cómo podría hacer, por ejemplo, una carátula de un disco yo sola? ¿Podría hacerlo a lo “hazlo tú mismo”?”. Así que les pedí a unos amigos que me dejaran su campo, y el reportaje lo hizo una fotógrafa ella sola, porque lo hace todo sola siempre, y nosotras nos llevamos allí todo el equipamiento y nos pusimos manos a la obra. Y yo misma me retocaría el pintalabios cuando hiciera falta, y luego volvería al campo y ella volvería a sacar las fotos. En realidad, moló un montón, en serio.
Z: Y seguro que tuvo que ser genial como compositora también. Estaba pensando en estos dos discos en relación con tu carrera…, y no me refiero a esto de una forma negativa ni nada por el estilo con respecto a los otros, porque ya sabes que me encantan, pero estaba pensando en que el proceso en sí de escribir canciones fue con cero planes, desde la más pura y absoluta improvisación.
T: Exacto.
Z: Porque, por ejemplo, con el álbum debut no tenías otra cosa que no fuera ambición. Pero eso ya era tener algo grande planeado. Y desde entonces, los planes fueron creciendo y haciéndose cada vez mayores, y cuando te dabas cuenta, ya estabas pensando en el siguiente. Y me da la sensación de que no hubo ningún plan a seguir esta vez. ¿Estoy en lo cierto? ¿No fue todo mucho más puro, sin todos esos planes?
T: Sí, de hecho, “puro” es la palabra perfecta para definirlo. Porque, además, lo que le pasa a uno cuando tiene una carrera que va construyendo es que, si consigues algo en el pasado, de repente se espera de ti que consigas esa cosa más otra nueva, y seguramente luego otra nueva también. Y a veces, cuando la presión podía conmigo, sentía como que estaba atravesando una carrera de obstáculos. Y desde luego, no es así como debes sentirte cuando creas algo. Yo no tenía que estar pensando todo el tiempo que debía hacer una lista de canciones en la que, esta fuera para los conciertos, esta para la radio, esta para que le llegue directamente a la gente…, y comprobando todo eso cada dos por tres. Y lo acabas haciendo, al final. Pero viene muy bien tener colegas artistas que se sienten presionados por cosas así también… Por ejemplo, Ed Sheeran y yo hablamos de este tema mucho; en algún momento, los dos tuvimos que frenar un poco, y yo recuerdo que le dije: “Esta ha sido la primera vez que siento que me ha dado igual la lista de canciones.” Y, en realidad, podría haberme tomado la pandemia rollo: “Me esperaré a que todo se haya solucionado, y entonces haré las cosas justo de la forma en que estoy acostumbrada”. Pero, a los tres días, pensé: “Espérate, esto podría ser precisamente una oportunidad para probar a hacer algo que nunca antes hayas hecho. Porque, ¿cómo sonaría mi trabajo si descarto todos esos miedos que yo misma me autoinfligía?”
Z: ¡Vaya!
T: Bueno, supongo que ya tenemos la respuesta.
Z: Es que, para mí, hay una correlación muy interesante entre estos dos discos y la idea de que llegar a algún lugar más puro, y también con respecto a la de regrabar tus antiguos álbumes. ¿Ves alguna correlación entre reflejar ser la persona que has sido y convertirte en la que querías ser, que ya eres y seguirás siendo?
T: Buah, qué pedazo de pregunta. Me suena mucho eso, por supuesto, porque… Me dejaron empezar a regrabar mis discos en noviembre, y por entonces ya teníamos todo lo de evermore prácticamente acabado, y ya habíamos grabado el videoclip para willow, pero yo seguía componiendo y grabando. Y hubo días en los que a lo mejor estaba regrabando, yo qué se…, You Belong With Me, y al rato estaba grabando alguna como happiness, que está en evermore.
Z: ¡Vaya!
T: La verdad es que eso me ha hecho sentir muy orgullosa. Y echar la vista atrás y recordarme a mí misma de adolescente escribiendo sobre mis problemas en el instituto y mis dramas y anhelos y eso… Es que todo aquello era lo que más valía en mi vida por aquel entonces…, tanto como evermore es ahora lo que más vale para mi propia felicidad ahora mismo. Así que sí, últimamente me he sentido muy agradecida por que se me haya dado la oportunidad de crecer en el sentido creativo, y sé que ha habido pegas y quienes han dicho que no les gusto, bastante gente… Pero en general, me quedo con la gratitud de haber podido hacer música de cuando era adolescente a ahora, que tengo 31.
Z: Y además, cuando sacáis esas canciones y las dejáis volar por ahí, e incluso cuando las cantáis delante de la gente, yo siento como que pertenecen más a los fans y al público que a los propios artistas. Y la verdad es que, haber tenido la oportunidad de regrabarlas, da igual por la razón que haya sido, el hecho de haber podido escucharlas de nuevo y grabarlas de nuevo…, me hacía preguntarme si te hacía sentir cerca de ellas y ha cambiado tus sentimientos hacia ellas, que a veces son canciones que se graban y ya está, y luego ni siquiera escuchan ellos mismos como artistas, a menos que les toque cantarlas.
T: Sí, por supuesto, esto me ha hecho sentir cerca de ellas de nuevo, y además me recuerda que… Bueno, obviamente, quiero seguir dando sorpresas superchulas a los fans hasta estar preparada para enseñarlo todo. Pero la razón por la que siento que los artistas tienen que ser los dueños de sus catálogos es porque, si eres el creador de toda esa música, eres el único que verdaderamente sabe todo lo que hay dentro de ella. El único que sabe qué fue lo que se escribió y luego se descartó, el único que conoce todos los secretos que hubo al hacer esa música. Y eres tú el único que tiene la capacidad de compartir eso con los fans de una manera real, que les haga felices y les ilusione. Así que ha sido algo muy gratificante, teniendo en cuenta que no tenía ni idea de qué tenía que pasar. O sea, no es algo tipo: “Ay, me han estropeado los deberes; ahora tengo que hacerlos de nuevo”; el rollo no es nada así.
Z: Ya… Ya digo, esto ha sido una oportunidad, no una obligación.
T: Exacto.
Z: Bueno, y ahora que hablas de que los artistas sean dueños de sus propios catálogos y eso… Yo llevo entrevistando a artistas casi toda mi vida, y ese es un tema que sigue saliendo siempre, y creo que lo que dices es algo muy interesante. ¿Por qué crees, como cantante, que se antepone la seguridad y la estabilidad al control y la libertad artística, sobre todo de los más jóvenes?
T: Es que no lo hacemos conscientemente; a veces, ni siquiera se nos informa primero. Y es precisamente por eso por lo que he tenido un montón de conversaciones con discográficas y les he intentado hacer entender este tema, desde la perspectiva psicológica de lo que provocas a un artista cuando le separas así de sus propios trabajos: te cargas algo dentro de él. Y yo solo trato de descubrir cómo repararlo de alguna forma, mediante algo que no está hecho para que los artistas tengan la oportunidad de… Es que esto es como un plan de jubilación para los artistas, es su legado, lo que van a dejar a sus hijos.
Z: ¿Y cómo ibas a saber tú la vida que ibas a llevar? ¿Cómo ibas a saber lo que iba a pasar ahora? Porque la mayoría de edad se cumple y se va [Coming of age has come and gone]. ¿Cómo ibas a saberlo?
T: Dios, buena frase [es el primer verso de peace]. Pero sí, yo tenía entonces…, ¿cuántos años? ¿15? ¿14?, cuando iba por ahí hablando con las discográficas y haciendo negocios con ellas, y ya no puedes volver atrás y pensar: “Madre mía, hiciste esto conscientemente”. La realidad es que no sabes nada de la industria musical hasta que no la conoces de verdad. Y precisamente por haber pasado por lo que he pasado y haber aprendido de ello, yo ahora solo quiero que las cosas mejoren para los demás, y me gustaría que eso se supiera ya desde la primera firma del contrato. Los artistas jamás deberían tener que deshacerse de sus trabajos, tendrían que ser dueños de ellos desde el primer día y también autorizar a la discográfica, para que la discográfica pueda recuperar su dinero invertido al cabo de cierto tiempo, y ese cierto tiempo sería lo único que debería negociarse. Lo único, no debería haber más tema a tratar. Y si yo puedo hacer lo que sea por lograr eso para los futuros jóvenes artistas, o la mayoría o todos, voy a hacerlo, por supuesto.
Z: Me parece algo superimportante que pienses así, y más a tu edad. Y por cierto, tu cumple es en un par de días, que es para cuando esta entrevista se emitirá, porque la hemos hecho hace como 24 horas (lo digo para protegerme de los swifties). Así que tengo que decirte que feliz cumpleaños, aunque aún no haya sido.
T: ¡Ay, gracias!
Z: Bueno, para mí, esto está siendo un poco pesadilla, el rollo este de estar medio en el futuro ahora mismo. Total, que feliz cumple.
T: Gracias.
Z: Me gustaría que charláramos un poco de este disco y de la palabra que mencioné al principio, cierre [closure, tema de evermore]. Eso es lo que a mí me inspira evermore, como fan tuyo. Pero claro, tiene que empezar por alguna parte, el álbum y el viaje, y lo hace con willow. Y bueno, en realidad, no suelo hacer esta pregunta mucho, ojalá lo hiciera, pero, ¿por qué ese tema es el primero? Y te lo pregunto a ti, Taylor, porque sé que hay un motivo.
T: Quería que el disco empezara con ella porque me encantó lo que me provocó de inmediato escuchar su instrumental, que compuso Aaron. Yo dije en un principio que me sonaba como a embrujado, y lo mantengo. Como a alguien alrededor de una olla gigante o algo así, creando una poción de amor, soñando con la persona que desea e intentando averiguar cómo conseguirla. Y me recordaba a todos los malentendidos y el tonteo del principio, y en general toda la complejidad que conlleva hablar con alguien, notar una conexión con él o ella y quererlo/la para que sea parte de tu vida. Y a veces es algo estratégico, a veces confuso, o depende del destino, o es magia…
Z: Decimos que son “señales”. Se supone que son lo que nos da sentido como seres humanos. Pero algo hay más, siempre lo hay… Es un poco una combinación de todo eso.
T: Sí, pero el tema es como mágico y misterioso, o al menos es lo que quería transmitirle a la gente con él, y con un álbum que es una absoluta recopilación de historias, que van sobre mil cosas. Así que quería que diera comienzo de lleno con ese rollo. Y, por cierto, lo que has dicho sobre closure es bastante cierto. Porque con folklore, una de las temáticas principales en torno a las que giraba era la pareja conflicto-resolución, rollo intentar averiguar cómo arreglarlo con alguien o confesar algo a alguien o cómo decirle algo. evermore trata mucho más con los finales, de todas las formas imaginables, en que podemos terminar una relación, ya sea de pareja o de amigos o algo tóxico, y con el dolor y las fases que ello conlleva. Así que sí, mola mucho que te hayas dado cuenta de eso.
Z: Se te abren mil posibilidades como compositora cuando te das cuenta de que no tienes que ceñirte a algo tan lineal, y es brillante esa narrativa de “nos queremos, pero nos vamos distanciamos, y al final lo dejamos”, y el dolor y la alegría que ello engloba, y cuando ves que hay muchos otros tipos de finales abiertos en los que sumergirse. Aunque eso también requiere de un gran análisis y desarrollo de los personajes para que todo eso te salga bien, porque obviamente no puedes vivirlo tú todo. Pero seguro que has aprendido un par de cosas de ello. ¿Hubo momentos, mientras componías estos dos discos, en los que aprendiste cosas de ti misma de las que jamás te hubieras dado cuenta de haberte centrado en todo el rato en el mismo sentimiento?
T: Por supuesto. Porque cuando ves una película o lees un libro, siempre hay un personaje con quien te identificas más, porque te mueve algo en tu interior que te hace sentir que eres él o ella, y así es como nos relacionamos con los personajes. Y yo, cuando estaba leyendo Rebecca, de Daphne du Maurier, pensaba todo el rato: “Madre mía, su marido no le hace ni puñetero caso. Ella se esfuerza mucho por contentarle y llamarle la atención, y él pasa de ella todo el tiempo.” Y una parte de mí se identificaba con ella, porque en algún punto de mi vida yo también me sentí así, y eso me llevó a acabar escribiendo tolerate it, que va precisamente de esto.
Z: Buah, esa es increíble.
T: ¡Ay, muchas gracias!
Z: Y champagne problems también… Bueno, venga, hablemos de ella. Vale, ya sabemos que el amor no correspondido es un tema recurrente a tratar en el mundo artístico, pero entonces tenemos esa canción. ESA canción es una de las historias más desgarradoras sobre el amor no correspondido que he escuchado en mi vida entera, y obviamente solo podía haber sido escrita por alguien que está completamente enamorada, así que no sé muy bien cómo has llegado hasta ahí tú.
T: Bueno… La verdad es que a Joe y a mí nos gustan mucho las canciones tristes, siempre hemos estado muy ligados a esa música.
Z: ¡Está claro! Los dos habéis escrito varias de las canciones más tristes de toda tu carrera.
T: Es que lo único que puedo decir es que eso, que nos encantan las canciones tristes. Él empezó a componer esa en concreto, y se le ocurrió primero su estructura melódica. Y bueno, yo siempre digo que fue una sorpresa que comenzáramos a componer juntos, aunque en realidad tampoco lo fue tanto, porque tenemos los mismos gustos musicales, y él es quien me enseña canciones de otros artistas constantemente y al rato a lo mejor ya las tengo de favoritas. Pero sí, y además el puente de champagne problems fue uno de los que más me gustó escribir, porque me encantan los puentes en los que se cuenta la historia entera… Y en ese, cambias de marcha por completo. Y me hace mucha ilusión pensar en estar algún día enfrente de un público enorme que cante conmigo eso de “She would have been such a lovely pride / What a shame she’s f***** in the head” (“Habría sido una novia encantadora / Qué lástima que esté mal de la cabeza”).
Z: ¡Dios mío, me mata!
T: ¡Lo sé, sé que es supertriste! Pero es un poco como All Too Well… Para mí, cantar All Too Well es una de las experiencias que más feliz me hacen. Así que, cuando tengo alguna canción tipo champagne problems, que incluso aún sabiendo que es tan desgarradora… No sé, el caso es que me encantan las canciones así.
Z: ¿Qué sentiste cuando entras a casa y escuchas que alguien está tocando el piano? ¿Que alguien está componiendo música, y que, quizá por primera vez, no eres tú misma…?
T: ¡Sí, madre mía!
Z: ¿… Sino que es otra persona?
T: Bueno, en realidad, para él no fue así. Él toca el piano, pero no lo hace de forma estratégica, a lo “me voy a poner a componer algo ahora mismo”. Él solo toca y ya está. Pero supongo que, en algún momento, pensé: “A ver, espera un momento, a ver si podemos sacar una canción de aquí entre los dos”. Si no hubiéramos estado confinados, lo más probable es que eso no hubiera ocurrido jamás.
Z: La verdad es que él ha sido parte de algunos de los momentos más fuertes de estos discos, en cuanto a composición.
T: ¡Sí, la verdad es que sí!
Z: exile es otra, fuera coñas, muy muy fuerte también, y supertriste también.
T: Lo es, y también estamos superorgullosos de ella. Además, que me acuerdo perfectamente del momento exacto en que entré en la habitación y lo vi tocando la introducción a piano, tal cual está ahora. Y lo único que tuve que hacer yo fue seguir esa melodía a piano con la de la primera estrofa, porque la melodía vocal era prácticamente idéntica a la de la intro que había compuesto él. E hicimos algo parecido con evermore: yo escuchaba un poco lo que hacía él, y a partir de ahí, me imaginaba la letra y ya se me venía a la mente alguna historia desoladora para acompañarla.
Z: Total, que la cuestión es que tú eres Joe y tocas porque te encanta hacerlo, y te apasionan las artes en general. Bueno, esto se lo preguntaría a él si lo estuviera viendo, pero no es así, así que te lo pregunto a ti: ¿cómo se te ocurre un tema como exile, y que lo cante contigo Justin Vernon? ¿Te dijo en algún momento qué le parecía que una canción que había empezado a componer él la cantarais luego Bon Iver y tú a dueto?
T: En folklore y evermore han colaborado nuestros artistas favoritos. Nosotros dos siempre hemos escuchado a Bon Iver, The National…
Z: Así que, en realidad, es algo muy importante para ti.
T: Lo es.
Z: Por lo que probablemente llevabas mucho tiempo queriendo reunir el valor de entrar en el estudio con Justin Vernon, inconsciente o conscientemente. Pero supongo que a él le habrá pillado por sorpresa.
T: Bueno, yo en realidad jamás me imaginé que Justin iba a participar en este proyecto ni en ningún otro mío del estilo, porque él tiene su propio mundo musical. En mi mente, yo lo tenía a él como un campo de fuerza impenetrable de majestuosidad: él va por la vida recogiendo talento, de un lado y de otro. Y yo nunca habría imaginado que pudiera siquiera ponerme en contacto con él. Lo que pasó fue que Aaron Dessner, que ha co-compuesto y producido estos dos discos, es su mejor amigo, ellos dos tienen una conexión especial, harían lo que fuera el uno por el otro, y se apoyan siempre mutuamente en sus proyectos… Y es algo muy puro y bonito, ese cariño y respeto que se tienen. Total, que cuando le envié la maqueta de exile, me dijo algo como: “Creo que a Justin podría molarle como para colaborar”, y yo le contesté: “Pero me mataría si dijera que no, porque mis ansiedades me recuerdan continuamente que aquellos artistas a los que tú adoras no sienten lo mismo por ti.” Pero bueno, en realidad, fue un momento maravilloso cuando respondió que sí. Y de hecho, cuando empezamos con evermore, lo que sí que me extrañó fue que Justin se implicara todavía más en este: por ejemplo, él toca la guitarra principal en cowboy like me y la batería, y la batería en closure también, y hace algunos coros en ivy y en marjorie… (*suena un teléfono*). Lo siento, no sabía que tenía teléfono fijo, pero parece ser que sí.
Z: ¡Ay, madre, alguien llamando! A lo mejor no te sabes ni el número.
T: Me parece genial que me haya enterado hoy. Total, que Justin Vernon trabaja de manera muy natural y es superentusiasta con lo que hace, y en evermore hubo un giro de los acontecimientos muy guay porque me sentí muy honrada por tenerlo. Y la verdad es que me muero de ganas de conocerlo en persona.
Z: Madre mía, suena rarísimo… Rarísimo. Pero vamos, igual de raro que todo este año. Vale, con respecto a todo esto: hasta este año, incluso a través de sus colaboraciones de producción, y ahora ya has estado trabajando con Jack para varios discos, y ya has hecho un grupo de artistas colegas bastante importante, pero siempre queda esa sensación de que “Taylor lo tiene todo controlado”. Esa idea de que eres tú la que manda, a pesar de todos alrededor. Y aquí nos encontramos con un tema como exile, con tu pareja envuelta hasta en el proceso de creación, y por otro lado tu héroe envuelto también en él. Yo estaba escuchándola y me acuerdo de que pensaba: “Seguro que se ha sentido superarropada al hacerla. Y seguro que fue muy emocionante.”
T: En realidad, no creo que pensara que esa canción viera la luz, porque en mi cabeza no iba a existir jamás. Yo no quería hacerme muchas ilusiones tampoco, porque yo siempre le dije a Justin que podría arrepentirse de cantarla en el último momento y que no habría ningún problema. Así que la verdad es que tampoco me creí más de la cuenta de que la canción era real hasta que sacamos el disco. Y me acuerdo de ir conduciendo y escuchar exile en la radio y pensar: “Dios mío, la tenemos de verdad: la hemos escrito, la hemos grabado, la hemos acabado y ahora la hemos lanzado de verdad. Y ahora todos nos alegramos mucho por ello, y la gente la está escuchando en sus casas realmente.” A ver, no quiero que pienses mal ni nada, pero es que no quería llevarme una desilusión, porque la gente tiene derecho a cambiar de opinión.
Z: Lo pillo, lo pillo, pero cuando él canta “So step right out!”, y entonces hace eso que es tan característico de él…
T: Ya, es que es ahí, es justo ahí cuando hace eso, y yo literalmente me trasporto fuera del universo, sin esperanzas de volver, porque habíamos escrito hasta ahí, y en algún momento él añadió esa parte por su cuenta. Y cuando nos devolvió la letra con lo nuevo, no teníamos mucha idea de cómo iba a cantar eso. Y claro, cuando lo escuchamos por primera vez, flipamos en colores. Nos llevamos las manos a la cara y pensamos: “Madre mía, el mundo está hecho de confeti”.
Z: Dios, frase perfecta para describirlo. Bueno, una de las historias que más destacaron en las long pond sessions fue la de august, y la idea de que ese tema vino por el verso “Meet me behind the mall”, porque lo tuviste en mente un montón de tiempo. ¿Cómo se te ocurrió?
T: Pues fue como seis meses atrás.
Z: Te pasas la vida recogiendo ideas y cosas así, ¿verdad? Vas buscando y absorbiendo todo en cualquier lugar para inspirarte. ¿Cómo clasificas todas esas cosas? ¿Cómo decides lo que sirve y lo que no para crear algo nuevo?
T: El caso es que a mí me encantan las expresiones hechas y los juegos de palabras y las típicas frases en las que le das la vuelta a algo. Y otra de esas que tuve atascada en la cabeza durante bastante, como dos años, fue “The knife cuts both ways / If the shoe fits, walk in it till you high hells break”. Ya digo, ese tipo de frasecitas son mis prefes, y cuando se me ocurre alguna, pero no tengo ninguna canción en la que meterla en ese momento, la anoto en algún lado y la guardo bien hasta que la pueda usar. De hecho, tengo por ahí una carpeta llena de palabras favoritas, porque tengo palabras, y frases, y versos enteros, que podrían encajar en algún lugar…
Z: Dime algunas de tus palabras prefes, las primeras que se te vengan a la cabeza.
T: Bueno… Pues “epifanía”, de folklore, era una de ellas. También “incandescente”, que aparece en ivy, esa también… No sé, es que supongo que me suenan bien al decirlas, o porque significan algo interesante. Sobre este tema, los fans tienen por ahí una coñita en el fandom, que es algo tipo “kit de inicio para escuchar folklore y evermore” y sale una foto de un diccionario, y dicen cosas tipo: “Taylor, nos haces tener que buscar 300 palabras.”
Z: Se han inventado un Bingo Taylor Swift, a lo “¡Bingo! ¡Tenemos otra!”
T: Vaaale, perdóóón…
Z: No no no, qué va. Todo eso tiene que ver lo que decíamos al principio de la entrevista, es como un mundo alucinante, y a propósito de eso, usas mucho la geografía en estos dos discos también. Por ejemplo, en coney island, que te da una imagen muy muy real como de estar allí: en una ciudad con tanta niebla y tan solitaria, con el parque de atracciones abandonado, y con esa sensación de que se ha acabado una era dorada allí. Y encima Matt Berninger lo peta en su parte, es increíble. Aunque él ni siquiera la compuso.
T: Bueno, yo la compuse como si fuera él.
Z: Jolín, pues hiciste un trabajazo. ¿Cuál es el verso que yo digo…?
T: GRACIAS.
Z: … “And do you miss the rogue / Who coaxed you into paradise and left you there? / Will you forgive my soul / When you're too wise to trust me and too old to care?”. Buah… Venga, vale. ¿Qué se siente al…?
T: Ay, me encanta que te hayan gustado tantos esos versos. Ay, es que… Jo. La verdad es que yo siempre he sido una grandísima fan de The National, y me encanta la forma que tienen de hacer esa música tan lenta y hasta, a veces, odiosamente brillante, que te cala tan directamente en el corazón. Por eso precisamente soy tan fan del grupo. Y en algún momento, se nos ocurrió que Matt podría sonar guay en esa canción, desde la perspectiva masculina del arrepentimiento o de la culpa, después de haberse pasado la vida comportándose de cierta forma. Y bueno, eso es de lo que trata, básicamente. En tolerate it, por ejemplo, que es parecida en este aspecto, también tenemos a esa persona en una relación, que siente que su pareja siempre ha estado ahí pero sin estar realmente. Y componer la parte de Matt moló mucho, sobre todo por lo de “We were like the mall before the internet / It was the one place to be”. Porque realmente lo era, era de verdad el sitio en el que estar, y traté de reflejarlo en los visuales de coney island, como un lugar en el que, en algún momento, hubo emoción y luz y magia, y ahora las luces se habían apagado y ya solo quedabas tú contemplándolo y pensando qué habías hecho para que todo eso llegara a tal punto. Y, por cierto, también me encantó que él cantara lo de “Were you standing in the hallway / With a big cake, happy birthday”, porque por entonces ya sabía que lanzaría el disco la semana de mi cumple.
Z: Bueno, aquello fue un pequeño deseo de cumpleaños personal de Matt Berninger…
T: O sea, literalmente el cantante principal de mi grupo favorito me ha deseado feliz cumpleaños. Se puede decir que he ganado en la vida.
Z: Ya has hablado de tolerate it. no body, no crime trata un poco de esto también: la idea de ser fiel a lo que sientes, lo cual sabemos que es algo prioritario para ti. La lealtad es un rasgo de las personas superimportante para ti.
T: Seguramente el más importante.
Z: Exacto. Y esto requiere de conversaciones difíciles. Y pensando en un tema como tolerate it, todos hemos visto a algún colega pasar por alguna situación de seguir con la relación por inercia, lo cual no es bueno para su salud y ellos ni siquiera son capaces de verlo. ¿Crees que tú eres capaz de eso, de ser tan fiel a tus amistades como para decirles: “Amiga, date cuenta de que no está funcionando”?
T: Yo considero que no me corresponde a mí decir algo así, a menos que ellos vengan expresamente a contármelo, para desahogarse conmigo. Hay que dar a las personas espacio para que aprendan de sus errores por sí solos. Yo he aprendido que a veces le pegan un tiro al mensajero, y si te pasas criticando al novio de tu amiga, lo más seguro es que la cosa se vuelva en tu contra y lo más seguro es que tengas todas las de perder. Trato por todos los medios de ser paciente y de escuchar a mis amigos, y bueno, si les apetece que pongamos verde a alguien, pues lo haremos, pero siempre tienes que ser consciente de que la gente toma decisiones basándose en lo que les dicta su corazón. Y si eso no encaja con la manera en que tú ves la situación objetivamente, entonces solo te queda ser buena amiga y hacer aquello del “yo por ti, tú por mí”, porque todos somos humanos y todos cometemos errores y aprendemos de ellos, incluso bajo las peores circunstancias, véase 2020.
Z: Ciertísimo. Y mencionando de nuevo happiness, que es una de las mejores canciones de evermore, tiene un verso por ahí en el que hablas de no estar preparada para reinventarte a ti misma, porque aún no has descubierto en quién te quieres convertir. Y supongo que ahora mismo estás superfeliz como estás… Yo solo he aplicado ese verso al proceso de composición que es tu vida. Dices que te has despertado esta mañana sintiendo que todo esto se estaba acabando, en cierta medida. ¿Crees que el mundo no va al día contigo, y que toda esta época tan plena y mágica cambiará de un momento a otro?
T: Uy, pues la verdad es que has sido bastante observador ahí, porque ese tema fue el último que escribí para evermore, y creo que ese verso en concreto del que hablas es “I haven’t met my new me yet”. En el contexto de las canciones sobre relaciones que estaba componiendo, trataba de canalizar a amigos míos que han huido de las relaciones así, muy largas e impactantes pero condenadas al fin, en las que uno dice: “¿Cómo meto todo esto que he vivido en una caja, y cojo el coche y me voy, dejando todo atrás?”. Así que, desde esa perspectiva, “I haven’t met my new me yet” hace referencia a la persona en la que me voy a tener que convertir para superar esto, esa persona con nuevas aficiones con las que llenar el tiempo sin estar tú ahí. Luego está el verso, en la segunda estrofa, “I hope she’ll be a beautiful fool who takes my spot next to you”, y luego “YOU haven’t met my new me yet”, lo cual quiere decir algo como “aún no has conocido a la persona que me va a reemplazar, aunque sé que lo harás”. Y más tarde, en la tercera estrofa, los versos son “You haven’t met my new me yet / But I think she’ll give you that”, que significa que “ella te perdonará y te dará esa luz verde que necesitas para seguir adelante con tu vida y saber que yo me alegro por ello”. Pero claro, para mí misma, la frase tiene otro sentido, que es algo como “no tengo ni idea de lo que va a pasar después de esto y de verdad que no tengo nada planeado, y tampoco tengo problema con ello; sé que todo esto solo va a durar un tiempo, aunque no sé muy bien qué significa”. La verdad es que esa frase refleja literalmente eso: que no tengo ni la menor idea de lo que va a pasar a partir de ahora.
Z: También hay un par de temas en estos dos álbumes que nos adentran en la historia de tu familia, que son la prueba de que no solo has escrito historias inventadas, sino también otras muy personales y muy emocionantes, y además contadas de una forma preciosa. Y una de esos temas es marjorie, que es perfecta para alguien que haya perdido a algún ser querido y sienta que tiene algo pendiente que decirle, sobre la sabiduría que tenía o el tiempo que no pasasteis juntos (porque damos siempre el tiempo por sentado hasta que ya es demasiado tarde y lo perdemos del todo). ¿Cuál fue tu experiencia escribiendo esa canción?
T: La verdad es que fue bastante surreal, porque, bueno, a veces me venía un poco abajo mientras la componía. En realidad, fue bastante duro solo cantarla para grabarla, porque sentía que tenía como un nudo en la garganta, porque era muy emocionante. Creo que una de las formas de arrepentimiento más duras por las que pasar es aquella que sucede cuando pierdes a alguien y eres tan joven que aún no tienes la capacidad de apreciar de verdad quién era esa persona. Por ejemplo, abrí el armario de mi abuela y estaba lleno de vestidos preciosos de los años 60; ojalá hubiera podido pedirle que me dejara ponérmelos. Me refiero a cosas así… Además, ella era cantante, y mi madre a veces me miraba y me decía: “Dios, eres tal cual ella”, cuando hacía cualquier gesto o cosa que en realidad yo pensaba que era característico mío.
Z: Y es duro eso, porque los padres suelen imponerte cosas, pero como un regalo. Es algo muy común entre las familias, y yo considero que es como un regalo. Pero hay algo que hace que te siga picando la curiosidad sobre esas personas, y yo ni siquiera sé por qué, porque ellos realmente no están aquí ya para ayudarte a descubrirlo.
T: Exacto. Bueno, ella murió cuando yo tenía 13 años, y creo que yo iba de camino a Nashville en busca de mis sueños y de alguna discográfica que escuchara mi disco demo. Y son esa clase de bonitas coincidencias… Yo siempre he sentido que…, bueno, que ella estaba viendo que iba a pasar eso. Pero una de las cosas de esa canción que me mata por dentro cada vez que la escucho es que en realidad ella la canta conmigo.
Z: ¿Cómo puede ser eso?
T: Bueno, mi madre encontró por algún sitio un montón de grabaciones y vinilos antiguos suyos cantando ópera, y entonces yo se los envié a Aaron y los añadió a la canción.
Z: Increíble.
T: Así que tiene mucho sentido lo de “If I didn’t know better, I think you were singing to me now”, porque en realidad sí estás escuchando a Marjorie cantar. Y bueno, son precisamente los detalles así lo que me hace meterme de lleno y vivir todo lo que hago. Porque pones todo de ti en ello.
Z: Te has dejado muchos recuerdos en este trabajo, y la idea de lo que son los recuerdos y lo que significan para ti. Y también, como decíamos al principio, echar el cierre para crear otros nuevos. Y has hablado, además, del tiempo y de las coincidencias… La peor concepción que hay sobre ti, y hablamos de esto en nuestra última entrevista, es que tienes esa faceta controladora, y yo creo que hay una gran diferencia entre tener mucha ambición y querer tener las cosas bajo control. Porque a donde quiero ir es que creo que tu vida entera está llena de coincidencias, tu destino tenía que ser así, ¿a que sí?
T: Exacto, y aún más con estos dos álbumes, en serio. Esta vez he tenido que descartar todos los libros de tácticas que tenía de antes y… Es que, claro, ahora, siendo todo tan incierto y cambiando todo tanto, supongo que aproveché la situación para interiorizar el hecho de que, incluso antes tú creas que tienes todo bajo control, es solo una ilusión; si haces música, publícala y ya está, sin esperar. O sea, al principio de todo este proceso, me acuerdo de que pensaba: “Bueno, me voy a esperar a enero, que por entonces seguro que el mundo habrá vuelto un poco a la normalidad, y entonces lanzaré folklore”, y entonces pensé: “No no, esa era la mentalidad que tenías antes, que cree que puede controlar esta situación también, y no es así.” Es que los humanos, por instinto, necesitamos tener una estrategia cuando vamos a publicar algún proyecto o hacer negocios o lo que sea, pero si por algún casual hubiera alguna probabilidad de que todo se quedara en el camino esta vez, lo más seguro es que sí. Porque no había forma de conseguir lo que te ibas a proponer teniéndolo bajo control; tenías que dejar que mandara el destino y ya está. Y, de hecho, hablo con Aaron y con Jack de este tema mucho, porque nuestros cerebros no eran capaces de entender la situación (porque claro, somos músicos, grabamos discos y los publicamos, y en fin, eso es a lo que nos dedicamos), pero esta vez era diferente. Era algo que nos cambiaría la vida y que afectaría a la manera que teníamos de hacer arte, sin ser tan meticulosos ni tan perfeccionistas, porque, obviamente, por mucho que quisiéramos, nada iba a salir perfecto ahora mismo. Y la verdad es que me alegra mucho que la gente haya acogido a los discos en su vida tan bien.
Z: Total, que el (segundo) álbum tenía que empezar con willow, pero también tenía que acabar de alguna forma, y al final fue con evermore. Y eso implica muchas cosas, porque los fans estamos muy comprometidos con tus letras y las temáticas y la narrativa de esa canción en particular, la cual escribiste tú. Y me encantaría saber por qué es la última del disco.
T: Bueno, los meses y las sensaciones que se mencionan en esa canción tienen un doble sentido. Uno de ellos es que…, bueno, la compuse cuando se estaban acercando las elecciones y no tenía ni idea de lo que iba a suceder, y casi que me estaba preparando para lo peor, aunque trataba de ver algo de luz al final del túnel, y todo esto tiene mucho que ver con el tema. Porque el visual era como ir atravesando un bosque, descalza, en mitad del invierno, o como estar de pie en un balcón y dejar que el viento helado te diera de golpe en el cuerpo, atrapando tu propia muerte, y que al final, te metes dentro de casa y te calientas y te mantienes seguro en el interior. Es como el proceso de recuperar la esperanza. Pero, por otro lado, también refleja una mala experiencia por la que pasé en 2016, en julio y noviembre, en la que trataba de encontrar un rayito de luz en mi día a día. Así que, en realidad, la canción se puede contar desde ambas perspectivas, y la compuse exactamente igual que exile: Joe hizo el piano, luego yo adapté las melodías vocales a él, y luego se lo enviamos a Justin, quien más tarde añadió el puente. Y además, Joe había compuesto esa parte concreta en la que el tempo se acelera y la melodía cambia completamente, y a Justin le moló mucho el rollo y se comprometió al 100 %, y además escribió esa parte tan PRECIOSA que refleja el desorden mental que te producen todas tus ansiedades y que todas te estén hablando a la vez. Luego, nos devolvió el puente hecho, y yo añadí aquello de “When I was shipwrecked / I thought of you”, como un momento en el que ves esa esperanza y te das cuenta de que el dolor no iba a durar para siempre. Y, básicamente, por eso tenía que ser la última pista del disco, aunque, bueno, también hay otros dos temas bonus aún por lanzarse, que son como una especie de segundo cierre.
Z: Y además, yo sé que te encantan los segundos finales, Taylor. Bueno, y a los fans un poco también. Bueno, ahora tengo que hacerte esta pregunta, porque, en algún punto, las puertas de la esperanza se abren de nuevo y nosotros, como comunidad, podemos experimentarlo también y vemos que eso se traduce en conciertos maravillosos. Y hay algo precioso en estos dos álbumes, y es que tienen identidad propia, pero, obviamente, habrá también ganas de cantarlos en directo por parte y de escucharlos por la nuestra. Porque tienes un equipo increíble a tu alrededor, con tu banda y tus colaboradores… ¿Sabes cuándo podrás juntar a toda esa familia para dar algún que otro concierto, aunque sean unos cuantos solo?
T: ¡Vaya pregunta! Ahora mismo, ese es uno de nuestros mayores sueños, del que hablamos a menudo, pero no es algo que hayamos planeado. En serio que hablamos mucho de esto, Aaron, Jack y yo, y de hecho, grabar las long pond studio sessions, nos provocó mil ganas de tocar allí mismo, los tres juntos. Y sé que Justin y Aaron han charlado sobre el tema también, porque es verdad que tenemos que cantar juntos, porque vivimos por eso. Y el otro día, yo hablé con Marcus Mumford de esto también, porque él hace los coros en cowboy like me, y él insistía en cantarla en directo. Y bueno…, las Haim son mis mejores amigas, y cuando nos juntamos con gente y eso, siempre acabamos subiéndonos a algún escenario o algo así, porque la gente nos dice: “¡Venga, hombre, cantadnos lo que sea!”, y hemos hecho eso mil veces, y hasta hemos estado de gira juntas. Aunque, en realidad, esta es la primera vez que Este, Alana, Danielle y yo hemos colaborado oficialmente para una canción. Y bueno, yo adoro a todas estas personas, por eso ese sueño es bastante viable, porque, desde luego, por mí cantaría con ellos durante toda mi vida.
Z: ¿Por qué cantas con las Haim en las reuniones? Mira, te lo tengo que preguntar, porque son amigas mías también y tengo una curiosidad que me muero. ¿Hacéis covers o qué?
T: Por ejemplo, en la fiesta del 40º Aniversario del SNL, me acuerdo de que llevaron una banda, y Jimmy Fallon tenía un micro y pidió a alguien que se subiera al escenario a cantar algo, y en cuanto nos vio a nosotras entre el público, nos señaló, claro. Y creo que ese día quedó bastante claro que Shake It Off son los mismos tres acordes repitiéndose una y otra vez; me pasé todo el rato en plan: “¡la menor, do, sol!”, y en fin. Bueno, y otro día estábamos en la casa de ellas y había una máquina de esas de karaoke, y por supuesto estábamos dispuestas a cantar lo que fuera. Así que sí, hemos tenido unos cuantos momentazos.
Z: ¿Y cuál fue la peor cover que hicisteis esa noche?
T: Bueno, no fue la peor en el sentido de que no nos supiéramos la canción, sino que hicimos como una versión disco de Under the Sea de la peli La Sirenita, que supongo que quedó archivada como la más inesperada de la noche.
Z: Total, que tú misma has dicho que te has despertado esta mañana sintiendo esa sensación de cierre, y no me acuerdo muy bien de la palabra exacta que has usado, pero sé que ha sido brillante. ¿Puedes describir cómo te sentiste esta mañana al despertar?
T: Ay, madre, no me acuerdo yo tampoco, creo que era “serenidad” o “alivio” o “conclusión” o…
Z: Me parecen geniales todas. Y aquí va mi última pregunta, por ahora: teniendo en cuenta que durante esta última década ha habido tanto éxito y controversia y tanto caos junto, ¿qué sientes al respecto, ahora que ya acaba un año que has podido pasar entero pensando en todo esto y además transformarlo en música?
T: Literalmente, no tengo ni la menor idea de lo que me aguarda esta década que viene. Y en realidad es algo que no me preocupa, porque yo voy a seguir como estoy; siempre he sido una persona ultraplanificadora, que hacía mil listas y tenía siempre mil objetivos pensados. Y creo que, como mucho, la única lista de cosas que hacer que tengo ahora en mente es visitar lugares nuevos del mundo, vivir aventuras y experiencias, aprender cosas… Porque, bueno, una lista de algo siempre va a ver, teniendo en cuenta que soy yo, eso ya se sabe. En cuarentena, por ejemplo, decidí empezar a cocinar todas aquellas cosas que me encanta comer pero que nunca había aprendido a cocinar. Pero, bueno, ya digo, siempre voy a tener hecha una lista de algo.
Z: Ha sido genial compartir tantas cosas contigo hoy. Te doy mi más sincera enhorabuena de parte de todo Apple Music y de la gente que escucha tu música. Ya tenemos mil ganas de saber qué nos espera, pero ahora mismo que estamos viviendo en el presente, te has ganado ser la Compositora del Año, lo cual te mereces más que nadie, y estamos muy contentos por ello.
T: Yo estoy superagradecida, por el premio y por toda la gente que escucha mi música. Y también por todas las personas que tenéis en la plataforma, que son tan creativas y creen tanto en los artistas y nos apoyan siempre, y por supuesto, tú eres una de ellas. Así que mil gracias, por todo en general, y por ser tan buen amigo y una persona con la que poder charlar. Y sé que te habrán dicho todo esto millones de veces, porque le encantas a todo el mundo, pero… espero que pases buenas vacaciones de Navidad, y de verdad que te aprecio mucho.
Z: Gracias, Taylor. Cuídate mucho, y pasa buenas vacaciones tú también.
T: ¡Jo, gracias! ¡Chao!
No puedo creer que alguien se tomo el tiempo de escribir todo eso. Es impresionante. Y gracias por cierto.
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